Los desguaces, oficialmente conocidos como Centros Autorizados de Tratamiento (CAT), desempeñan un papel crucial en la gestión de vehículos al final de su vida útil (VFU). Su función va mucho más allá de simplemente despiezar coches; son instalaciones que cumplen con estrictas normativas ambientales y de seguridad para garantizar la correcta gestión de los residuos generados por los vehículos.
Los CAT están regulados por el Real Decreto 20/2017, de 20 de enero, sobre los vehículos al final de su vida útil. Esta normativa establece los requisitos que deben cumplir los desguaces en cuanto a:
El proceso de reciclaje de un coche en un desguace tomando como ejemplo el despiece de un Audi TT implica la separación de los diferentes componentes del vehículo. Las piezas que se encuentran en buen estado se clasifican, se limpian y se almacenan para su posterior venta. Estas piezas pueden incluir motores, cajas de cambios, transmisiones, sistemas de suspensión, componentes electrónicos y carrocería.
Los materiales que no se pueden reutilizar se envían a plantas de reciclaje especializadas. Los metales se funden para obtener nuevas materias primas, los plásticos se reciclan para fabricar otros productos, y los neumáticos se trituran para su uso en la construcción de carreteras o en la fabricación de otros productos de caucho.
La compra de motores de segunda mano en desguaces puede ser una opción atractiva para aquellos que buscan reparar o reemplazar el motor de su vehículo a un precio más asequible. Esto es especialmente cierto para marcas de gama alta como INFINITI y AUDI, MERCEDES, BMW, PORSCE cuyos motores nuevos pueden ser muy costosos.
Dónde Comprar y Garantías:
Al comprar un motor de segunda mano, es fundamental verificar su estado y asegurarse de que el desguace ofrezca una garantía. La garantía puede variar según el desguace y el tipo de motor, pero generalmente cubre defectos de funcionamiento durante un período determinado.